Fuera del recinto del Museo nos encontramos con el

ACUEDUCTO DE LOS ARCOS


Fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional por Real Decreto 1757/1982 de 18 de Junio.

Atraviesa la acequia Mayor de la Alquibla o de Barreras y sirve para regar una zona alta de Alcantarilla por medio de la acequia del Turbedal.

Constituye una construcción hidráulica de fábrica cuyo desarrollo se extiende de norte a sur, con una longitud total aproximada de 200 metros y 26 arcos de los que el vigésimo sexto se encuentra enterrado.

Originariamente constituyó una única construcción, pero con la ejecución de la variante de la carretera nacional 340 se demolieron varios arcos, de modo que el Acueducto quedó dividido en dos sectores.

1991 Manuel López Campuzano realizo cuatro cortes estratigráficos para determinar las características arquitectónicas de las estructuras soterradas del acueducto así como la fecha de construcción.

22 arcos en una longitud de 200m sobre la rambla denominada “La Caña”.

En el 1991 se encontraron en el arco nº6 fragmentos aramicos del S.XVII. En el nivel 7 de excavación se conformaban los restos de una habitación que corresponde a su momento de amortización a comienzos del S.IV.

En la excavación quedo determinado que toda la obra del acueducto se fabrico en un solo momento. Que los pilares de la zona del Huerto de los Canales se apoyan sobre restos de habitaciones romanas, que fueron abandonadas a comienzos del S.IV El estudio de su disposición arquitectónica y material empleado encuentra sus paralelos en acueductos andaluces del S. XVI-XVII para la elaboraron de la caña de azúcar. Se estima que se construyo en el S.XV aproximadamente.

El motivo de su levantamiento esta en relación con la instalación de la rueda.

Cruzando la Avda. Principe, desde el Museo de la Huerta dirigiéndonos hacia la izquierda nos encontramos con una calle que nos dirige hacia la ermita de la patrona de Alcantarilla, la Virgen de la Salud.

La Ermita de Nuestra Señora de La Salud


Se encuentra enclavada en el paraje conocido como El Agua Salá.

Fue construida en piedra en los años 70, con porche de entrada con columnas, puerta adintelada y fachada en forma de frontón coronado por artística espadaña. En el interior podemos admirar varios cuadros y pinturas realizadas por pintores locales con escenas de la vida de La Virgen y La Aparición de Ntra. Sra. de La Salud en el Puente Las Pilas.

Cuenta, además, con un artesonado tallado en madera. El periodo en el que esta Ermita recibe más visitantes es el mes de mayo, cuando se realizan las Romerías de ida y de vuelta de la patrona a la parroquia de La Asunción y el 17 de Enero, pues en este entorno se produce la romería de San Antón, patrón de los animales.

Fue en época medieval cuando, recién creada la localidad de Alcantarilla, se levanta en esta zona una Ermita en honor a Nuestra Señora La Pequeña, un culto fomentado por la Orden de los Mínimos. La imagen representaba a una niña, por eso se empezó a llamar la Virgen Niña o Nuestra Señora la Pequeña, pues aparentaba la edad de unos cinco años, edad en la que se presentó la Virgen en el Templo.

La villa por entonces estaba situada en las inmediaciones del río Segura, y fue víctima en el año 1545 de una riada que asoló todo el lugar, conocida como la «Riada de San Lucas». Se reconstruyó sobre un terreno más elevado que evitara posibles sucesos similares, justo donde hoy día está ubicada la localidad.

La Ermita de la Virgen Pequeña también fue reconstruida, y un hecho singular hizo que esta imagen pasara a ser llamada por los vecinos de aquel lugar como Virgen de la Salud. Cuenta la historia que a finales del siglo XVII, una trágica epidemia de peste amarilla asoló la población de Alcantarilla. Los vecinos, deshechos por las terribles pérdidas y viendo que la enfermedad no remitía, decidieron encomendarse a su patrona sacándola en procesión y rogativas (como era costumbre en la época). Para los alcantarilleros la Virgen obró en milagro al remitir entonces la enfermedad, y es por ello que desde entonces la imagen será conocida y nombrada como la Virgen de la Salud.

Una vez que hemos dejado la Ermita nos dirigimos hacia el Paraje del Agua Salá, desde la parte de arriba nos encontramos con un mirador donde  en un buen día con el cielo despejado se puede ver el Monasterio de los Jeronimos, el Cristo de Monteagudo, la Catedral de Murcia, asi como apreciar que Alcantarilla está rodeada de huerta.

Entrando ya en el Paraje del agua salada bajando una gran cuesta nos encontramos con una fuente  que es la que le da nombre al paraje, también conocida como la Fuenteamarga, por el sabor del agua a la que se atribuyen propiedades digestivas. Ubicado en la margen izquierda del Río Segura, es un auténtico pulmón natural, de la población, al poseer una abundante vegetación y una situación privilegiada, a la que no llega ningún ruido de tráfico, pese a la cercanía con la carretera nacional, al encontrarse resguardado por las huertas limítrofes. Constituye un delicioso lugar de esparcimiento.

En este espacio, situado en la margen derecha del río Segura, se encuentra el nacimiento de agua salada, donde se ha realizado esta ordenación lúdico y recreativo para la población de Alcantarilla y lugar de importante arraigo popular por la concurrencia a la zona, junto a la Ermita de la Patrona y frente a una de las áreas más importantes de la historia, cultura, costumbres y tradiciones de este municipio ya que se encuentra en este núcleo el Museo de la Huerta, la conocida Rueda de Alcantarilla, junto con el legado medieval de los arcos o acueducto que contempla todo este espacio

Desde el Paraje del Agua Salá y remontando el rio por la mota del derecha Rio Segura nos encontramos con la Rambla de las Zorreras

LOS ARCOS DEL ACUEDUCTO JUNTO AL PARAJE DEL AGUA SALÁ EN ALCANTARILLA


El Consejo de Gobierno de la Región de Murcia, aprobó la declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, el acueducto de Los Arcos, situado en la rambla de Las Zorreras, en Alcantarilla, entre el paraje del Agua Salá y el Camino de los Arcos que une Alcantarilla con la pedanía murciana de Javalí Nuevo, al considerarse como uno de los vestigios más tempranos del sistema de regadío histórico.

Este conjunto arquitectónico de gran envergadura y complejidad permite salvar los desniveles del terreno y es el reflejo de un tipo de construcción característico de la sociedad agrícola tradicional de la huerta de Murcia y de cómo se ha ido transformando a lo largo de la historia, viéndose integrado dentro del paisaje huertano”.
El “Acueducto Los Arcos” sobre la rambla de Las Zorreras, se encuentra en nuestro municipio, a cuatrocientos metros del Museo de la Huerta y la Noria de Alcantarilla, entre el paraje del Agua Salá y el Camino de los Arcos, camino que nos une con la pedanía murciana de Javalí Nuevo, estando ya recogido en una de las modificaciones del Plan General de Ordenación Urbana, relativa al “Entorno de protección histórico-artístico y paisajístico de la Noria, el Museo y el Acueducto”, estando datado entre los siglos XI y XIII, el acueducto representa un elemento del patrimonio etnográfico del regadío tradicional de la huerta de Murcia que permite comprender e interpretar su funcionamiento.

Está formado por tres acueductos adosados entre sí para albergar los canales de las acequias Alquibla, Turbedal y Dava, con el fin de salvar el desagüe de la rambla de las Zorreras en el río Segura. Como indica el Decreto del Consejo de Gobierno, publicado ayer martes, 12 de abril, según don Manuel López Campuzano en su trabajo sobre las acequias de la huerta de Murcia expone respecto a este acueducto que “El conjunto arquitectónico está formado por tres alineaciones, adosadas, de pilas, bóvedas y cajales o cequetas, correspondientes a la instauración, durante fases históricas diferentes, de un acueducto original (Alquibla), de su ampliación (Turbedal) y del acueducto de la acequia Dava. Actualmente el complejo presenta, pues, una doble fachada o vertiente, que difumina arquitectónicamente este proceso”. En su descripción continúa señalando que “Aguas abajo, se aprecia, en primer lugar, el acueducto correspondiente a La Dava, el cual se adosa a la acequia principal (Alquibla), presentando un desarrollo longitudinal de unos 29 metros por 8.50 de altura.

Aguas arriba, además de una obra de drenaje actual, se observa cómo, igualmente, un revestimiento de ladrillo (alzado y tres pilastras o tajamares) – arquitectónicamente relacionables con el momento de instauración del acueducto de la acequia Dava- se adosa y apoya directamente sobre las pilas o machones pertenecientes al momento de ampliación de la acequia principal, con el fin de instaurar el acueducto sobre el que se sitúa la acequia de aguas de crecida de El Turbedal. Esta fachada presenta un recorrido documentable de 6.50 metros por 8.50 de altura. Esta complejidad arquitectónica presenta una gran variabilidad de fábricas y soluciones. El acueducto de la mencionada Acequia de Barreras (o histórica Alquibla) y representa el primer cuerpo de acueducto instaurado históricamente”.
Si continuamos nos encontramos el Javalí Nuevo, pedania de Murcia, desde allí en la otra orilla se puede observar la Fabrica de la Polvora, continuando el curso del rio llegamos al

Azud Mayor, conocido también como la Contraparada.


El Azud Mayor, conocido también como la Contraparada, se  ubica a la altura de Javalí Nuevo. Esta localización se debe a que el río sufre aquí un encajonamiento entre conglomerados de roca que hace que sea fácil el control de las aguas.

Esta obra es uno de los monumentos más importantes conservados del patrimonio tradicional de la Región de Murcia, ofreciendo un excelente testimonio de los orígenes del cultivo de la huerta.

La creación de azud se remonta a la época islámica; cuando los musulmanes aportaron sus conocimientos avanzados en ingeniería hidraúlica. La zona a partir de entonces comenzaría a perfilar su identidad agrícola , al tiempo que se producía un exponencial aumento en el poblamiento.

La principal fuente de información de época musulmana la recogemos en los libros de repartimiento cristianos del S. XIII, siendo moderna la obra que actualmente podemos ver, ya que según estudiosos como Díaz Cassou su parte más antigua no sería anterior al S. XVII.

El Azud es la construcción que encabeza todo el sistema de irrigación de la huerta, cuya distribución de aguas se realiza a través de acequias, de una forma jerárquica, siendo esta la clave del sistema hidráulico.

  • Función
    • El papel de la obra que nos ocupa es el de captación de aguas a través de la construcción de una presa o azud de derivación, los materiales utilizados para su construcción son cal y canto con paramento de sillería; ubicándose en una posición transversal al curso del río, haciendo que, de esta forma, las aguas lleguen al nivel donde están situadas las dos acequias mayores y abasteciéndolas de un caudal fijo de agua.
  • Restos
    • En la actualidad de la red hidráulica musulmana solo quedan vestigios arqueológicos, ya que en el siglo XVIII y hasta finales del siglo XX se han ido sufriendo cada vez más transformaciones, aunque se haya respetado el trazado original. La construcción, además, ha experimentado sucesivas obras de remozamiento con la finalidad de evitar su desgaste por el transcurso del tiempo.