En ella hay varios expositores de la cerámica que se utilizaba en esta zona, procedentes de Lorca, Totana, Mula, Cartagena, Manises y Sevilla; piezas como platos, fuentes, jarras, bacías de barbero, soperas, salseras, etc, todas ellas de firma reconocida. Los lebrillos eran elementos comunes en las viviendas y se utilizaban tanto para lavar la ropa, para amasar el pan o elaborar los embutidos de la matanza y en época estival para lavar a los niños. Estos son de la firma “Manufacturas de la Cartuja”.

Las pequeñas figuras de arcilla, que hay en los tres expositores de la pared, son las que intercambiaban los traperos o hileros por trapos viejos, alpargatas y alguna otra cosa considerada sin valor.

El vidrio de los dos expositores que contienen diversas unidades de catálogo procedentes de la fábrica de Valarino de Cartagena, son de fabricación artesanal del siglo XIX. (vasos, copas, jarras, porrones, etc.).

También se pueden ver diverso mueble artesanal como plateras, jarreras, cantareras, arcas, cofres, sillas y un aparador chinero, de los siglos XVIII y XIX.